Once presos de conciencia permanecieron detenidos durante una semana. Unos 150 presos políticos, la mayoría posibles presos de conciencia, estuvieron detenidos cinco meses tras una manifestación violenta; uno de ellos murió bajo custodia, según informes a consecuencia de torturas. Las autoridades no investigaron los informes de tortura. No se habían investigado aún los informes de tortura y «desapariciones» de años anteriores.